El sol despunta con sus amarillos y rojos, adormilado. Su calor empieza a calentarlo todo, o casi…
—¿Quieres saber qué siento?
— Sí…
—Nada.
—…
—Hace mucho que no siento nada. ¿Estaré muy mal?
—Depende.
—¿De qué?
—¿Quieres sentir?
—No.
—Entonces no tienes problema. Eso hace la vida con algunos de nosotros; nos baña el alma con hielo…
Antes de enfundar la pistola, escupió a los cuerpos, aún tibios. Tosió y el sabor de su propia sangre en la garganta lo hizo arquearse.
Ambos se subieron a la camioneta, recién robada, y emprendieron el camino hacia el norte. Todo estaba hecho. No había nadie a quién matar. El último herido se desangraría antes de llegar a ninguna parte.
—Voy a morir pronto…
—Lo sé.
Jose encendió un cigarrillo sin filtro, saboreó el tabaco obscuro, y le invitó uno a Martín, éste negó con la cabeza, pisó el acelerador a fondo y le subió el volumen a la radio. Sonaba un corrido de los Tigres del Norte…